Reseña "F"

viernes, 20 de febrero de 2015

Título: F
Autor: Daniel Kehlmann
► Año: 2015
Editorial: Literatura Random House
Páginas: 256
Precio: 18.90 €

A Arthur Friedland le gustaría ser escritor, pero siempre ha sido demasiado cobarde para intentarlo siquiera. Una tarde decide llevar a sus tres hijos al espectáculo del gran Lindemann, un maestro del hipnotismo. A pesar de que Arthur siempre se ha creído inmune a este tipo de prácticas, el mago logra que revele sus sueños más ocultos, y esa misma noche Arthur coge su pasaporte, vacía su cuenta bancaria y abandona a su familia para convertirse en un autor de éxito. ¿Y qué ocurre con los tres hijos? Martin, un cura sin vocación, vive atrapado en su obesidad, mientras Eric, un financiero turbio, se enfrenta a la ruina al tiempo que pierde contacto con la realidad. Iwan, por último, destinado a ser un célebre pintor, está a punto de convertirse en un fraude magistral. Anclados en sus opciones de vida, los tres verán cómo, al inaugurarse el verano de la crisis financiera global, sus destinos se vuelven a cruzar. F es una tragicomedia deslumbrante, compleja y misteriosa, acerca de tres hermanos y su declive moral. Una historia fascinante que encierra una profunda reflexión existencial en torno a la verdad, el engaño, la familia, la fe y el terrible poder del destino.


Familia. Fraternidad. Fe. Fraude. Ficción. Nunca antes una novela se había prestado a tan extraña y enigmática aliteración. Pero es que, oh, amigos, nunca antes había tenido el placer de leer una novela como esta. La última y aclamada obra del escritor alemán Daniel Kehlmann es una de las experiencias más incomprensiblemente cautivadoras que han pasado por mis manos en las últimas semanas, y creedme cuando os digo que tengo algo de veteranía en eso de leer historias que se salen de lo común. Quizá sea el sugerente planteamiento que nos propone Kehlmann, el de un frustrado aspirante a escritor llamado Arthur Friedland cuya idea de hacer algo divertido en familia consiste en acompañar a sus tres hijos (nacidos de dos madres diferentes) a una rocambolesca sesión de hipnosis que cambiará para siempre la vida de sus espectadores. Quizá sea el delicioso tono tragicómico que inviste a la narración, un punzante e irreverente sentido del humor que sale a relucir en momentos donde pudiera ser más prudente guardar un silencio reflexivo. O puede que no sea nada de lo anterior, que el motivo principal por el que me ha gustado tanto esta pequeña genialidad es su marcado carácter metaliterario y la pasmosa maestría del autor a la hora de introducir profundas cuestiones de índole filosófica en medio de un libro que resulta ameno y accesible para un lector lego en este tipo de materias. 

Sin importar cuál sea la causa determinante, lo cierto es que F, aun siendo una lectura poco convencional y de escurridiza definición, es una novela que me ha gustado mucho de principio a fin. Describe la paradójica existencia de tres personajes (los tres hermanos mencionados anteriormente, solo que ya crecidos) marcados por la temprana y repentina desaparición de un padre que alcanzó la prominencia deseada escribiendo una obra que niega de manera nihilista la validez de la conciencia humana y hasta es capaz de poner en entredicho la existencia de quien la lee. Martin, el mayor de ellos, se ha convertido en un sacerdote obeso adicto a la comida, aficionado además a resolver cubos de Rubik, que desprende un descreimiento ofensivo y que renuncia a las doctrinas elementales de su propia religión. Eric e Iwan son dos gemelos, uno dedicado al mundo de las finanzas y otro al de las bellas artes, que comparten sin embargo una poderosa conexión mental y el gusto por desempeñar su trabajo de manera fraudulenta. Y así, sobrevolando de modo intermitente las historias de estos tres hermanos, Daniel Kehlmann realiza un sobresaliente estudio sobre la condición humana, la aleatoriedad del destino y el (sin)sentido de una existencia alejada de autenticidad alguna. Como el engañoso mentalista que abre el primer capítulo de la novela, Kehlmann arroja su fascinante influjo narrativo sobre el lector mediante un estilo capaz de encontrar el equilibrio idóneo entre elocuencia, naturalidad y erudición, y le impide realizar cualquier movimiento que no sea el de seguir devorando las páginas. El resultado de tan arriesgado experimento literario (a veces un tanto pasado de rosca) es un caleidoscópico conjunto de escenas que remiten inequívocamente al puzzle cúbico de Martin en todo su colorido e indescriptible complejidad. Porque, aun siendo incapaces de resolverlo, no paramos de sucumbir una y otra vez ante su magnético reclamo.




2 comentarios :

  1. Fíjate que no tenía muy claro esto de F. Lo veo por librerías y por zonas de intersección dudosa y no me acaba de llamar. Claro que eso de los gemelos con una conexión poderosa, justo ahora que estoy leyendo 'Claus y Lucas' me hace planteármelo de nuevo. ¿No está ignorando algo que debería mirar una segunda vez?

    Dejaré que el tiempo cristalice tu opinión y volveré a ella más tarde. Cuando tenga tiempo para resolver este juego metafamiliar que aquí propones.

    Magnético reclamo se despide!

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